Opinan sobre la mayor concentración en el Mercado Eléctrico Peruano

¿Es conveniente contar con una mayor concentración de empresas en el mercado de electricidad o hay que impedirlo? La ola de fusiones y compras de empresas eléctricas, a nivel local y global, podría hacer que se revise su conveniencia

Con la privatización de las empresas eléctricas que tenía el Estado en la década del 90 surgió una preocupación: la mayoría de estos activos eran comprados por empresas chilenas. Así, en el sector de distribución, Chilquinta había comprado la distribuidora Edelsur --posteriormente se convertiría en Luz del Sur--, mientras que Enersis (filial chilena de la española Endesa) había adquirido Edelnor, además de algunos activos del Estado en la generación de energía.
Ante ello, la posibilidad de que la inversión proveniente del país del sur copase un sector que se creía estratégico dio pie para que en 1998 se diera una ley antimonopolio en el sector eléctrico. Con esto, las empresas que quisieran tener más participación en el mercado tendrían que tener la autorización del Indecopi.
En el Perú, el sector eléctrico es el único sector que tiene un régimen de concentraciones. Según José Távara, especialista en regulación de servicios públicos, la intención es evitar que la concentración vertical (generación, distribución y, posiblemente, transmisión) u horizontal (mayor participación de alguna empresa en el mercado de generación) proporcione a alguna empresa un poder de dominio que perjudique a los usuarios o a los demás operadores del sector.

LA OTRA OLA
Desde hace cinco años las empresas multinacionales de energía han empezado un proceso de reorganización de sus operaciones. Muchas de ellas han considerado prudente retirarse de países emergentes y algunas han decidido fusionarse.
Este proceso parece haberse replicado en el Perú: El grupo Endesa decidió fusionar dos de sus empresas generadoras en el país (Edegel y Etevensa) con la aprobación del Indecopi. Luego de la estatal Electro-Perú, Edegel es la segunda mayor productora de energía en el Perú.

Asimismo, la canadiense Hidro-Quebec acordó vender a la colombiana ISA su participación en la empresa de transmisión Transmantaro, con lo cual dejará de operar en el Perú. Por último, corre el rumor de que, tras la fusión de las norteamericanas Exelon y PSEG, las operaciones que la última tiene en el Perú serán vendidas (Luz del Sur y Electroandes), siendo, según los rumores, el Grupo Suez (propietaria de Enersur) el potencial comprador de estas.
De ser así, habrá un nuevo reacomodo y, posiblemente, una mayor concentración en el mercado. En ese sentido, la voz final la tendrá el Indecopi, que gracias a las facultades que le da la ley antimonopolio puede vetar o aprobar este tipo de operaciones.

¿LIBERTAD TOTAL?
"No hay que tenerle miedo a la concentración", señala César Butrón, presidente de Electro-Perú y asesor del Ministerio de Energía y Minas, en algunos mercados son tres o cuatro las productoras de energía eléctrica y el monopolio es permitido en los sectores de transmisión y distribución. El funcionario cree que, en el caso peruano, el monopolio en el sector de transmisión podría ser una realidad. Sin embargo, en el sector de distribución esto se ve como algo lejano, debido a que las privadas no quieren ir a provincias.
Butrón cree que la ley antimonopolio debe ser más flexible ante la concentración horizontal y debe mantenerse vigilante frente a la vertical. ¿Entonces, se debe permitir una mayor concentración? Sí, señala el funcionario. Considerando que los sectores de transmisión y distribución son altamente regulados por el Osinerg el cual debería ser reforzado.

Por su parte, Távara considera que no convienen los extremos: un mercado atomizado con un sinfín de empresas pequeñas o un monopolio en la que una empresa imponga condiciones. "Cuanto más concentración tiene una empresa es mayor su capacidad de presionar políticamente y tiende a hacer prevalecer sus intereses corporativos", señala.
Recuerda que el monopolio se ha dado en el sector de telecomunicaciones con malos resultados. Razón para pensarlo.

Fuente : El Comercio